"Aventureando" por la vida..

A tan solo 1 hora de viaje desde Viena y tanta diferencia entre ellas. Las calles de Bratislava son el espejo de un comunismo cercano en el pasado. Calles vacías, estructuras insipidas pero, sin embargo, con gente muy acogedora y con un castillo con una historia interesante.

Me impresionó el hecho de que la ciudad es muy barata, desde el pasaje hasta la comida y bebidas alcoholicas y es por eso se consiguen muchisima gente de distintos paises pasando un fin de semana o festejando de forma diferente las "despedidas de soltero/as". El castillo estaba cerrado por construcción pero pudimos disfrutar de una travesia corta en una de las paredes de sus alrededores y de una vista de la ciudad increible. Otra cosa que me enamoró fue estatuas como la de la foto en el medio de la calle, hay que hacer colas para tomar las fotografías!!.

• 
• 
• 
• 
•